lunes, 1 de diciembre de 2008

Relaciones entre Teología Africana y Psicología Transpersonal.



Texto adaptado de una versión escrita por Miriam Izaguirre.

El desarrollo de la espiritualidad trascedente en África, como en tantas partes del mundo, está adscrito muchas veces, si no a un brujo o chamán de la tribu, a una clase sacerdotal que adquiere particular desarrollo como institución. En multitud de comunidades se dan sacerdotes de distinta categoría y especialidad que cabe estudiar en dos grupos clásicos.

1) Los sacerdotes oficiales de la comunidad o del grupo, agregados a los templos y responsables del culto comunitario; el templo tiene un estatus de persona jurídica, muy parecido al de los países occidentales; puede tener posesiones, tierras e incluso servidumbre o esclavos que constituyen su dependencia.

Entre las funciones oficiales de los sacerdotes se cuentan ritos de guerra y sacrificios ofrecidos a divinidades marciales. La misión más importante de los sacerdotes radicó, antes de la penetración blanca, en la administración de la justicia.

En los estados más tradicionales suele utilizarse procedimientos judiciales, tales como las ordalías que consisten en administrar una bebida ponzoñosa preparada ad hoc; si el acusado soporta la prueba, su inocencia queda proclamada. Como la preparación y dosificación del brebaje es tarea del cuerpo sacerdotal, se comprende que de él dependa absolutamente la suerte de los acusados. Las ordalías judiciales constituyen, pues, un importantísimo instrumento de poder en manos de los sacerdotes y a veces de los jefes o reyes a cuyo servicio están.

2) Los que ejercitan libremente sus prácticas, incluyendo entre ellos lluvieros, curanderos, hechiceros, brujos y adivinos, que actúan a solicitud particular: se dedicaban preferentemente a la terapéutica y a las profecías. y emplean para sus tratamientos un auténtico ritual de chamán.



Además de estos chamanes, en África occidental existe la figura del djeli, un bardo cantante y músico ambulante, que es el depositario de las tradiciones orales, y a veces la única fuente que guarda los acontecimientos históricos. Es una figura que permanece en Mali, Gambia, Guinea y Senegal, entre los pueblos manden, fula, wolof, peul, serer entre otros.

Para contar con una perspectiva africana de los rituales del Espacio Sagrado, recomendamos leer los libros del Dr. Malidoma Somé, Ph.D, y de su esposa, Sobonfu Somé. Ambos son iniciados de la tribu Dagara, quienes residen y enseñan por temporadas en los Estados Unidos y en Europa. En especial, recomendamos el libro autobiográfico de Malidoma sobre el ritual de iniciación como un hombre de su tribu, titulado “Of Water and the Spirit”, y desde luego, las páginas del sitio www.malidoma.com.



El gran chamán africano Dr. Malidoma Somé ha dicho que las rocas, los árboles y los animales son mas inteligentes que los humanos y que éstos son los últimos en la escala de la conciencia. ¿Por qué? Porque los pájaros siempre actúan como pájaros, raramente se ve a uno de ellos tratando de ser un elefante. No se verá a un árbol tratando de ser una piedra y nunca se encontrará a una piedra siendo otra cosa que no sea piedra. Esta es una de las razones por las cuales las piedras son sagradas. Ellas son inflexibles en su insistencia en mantener una identidad intrínseca. Una piedra es espiritualmente evolucionada porque siempre funciona en constante armonía con su destino. Los humanos siempre están tratando de ser pájaros y elefantes o cualquier cosa que puedan imaginar. Es el rol de Tramposo Divino, y se puede sugerir que podríamos tenerlo en nuestro destino personal, que quizás tengamos un propósito o una misión para estar en la tierra, o que podríamos tener alguna esencia, que el Universo nos está guiando hacia el Ser. Es así que el Tramposo Divino tiene una función muy importante y sagrada.

Esto nos sugiere la idea de abrir puertas. Leemos una y otra vez que Esu es la divinidad africana que abre los caminos, pero, ¿qué significa? Es como si todos rescribieran lo que otro subrayó. Consideremos cuál es la puerta que abre Esu y cuándo, en el curso de la vida, es importante tener esa puerta abierta.

¿De qué puerta estamos hablando? De nuestra mente, de nuestra cabeza, pero también de una puerta real y concreta que tiene que ver con la iniciación a la vida espiritual como camino de trascendencia.

La iniciación es el proceso por el cual los ancianos guían a través de los siete pasos a los neófitos. El novicio toca la puerta y la patea para abrirla, entonces retrocede un paso y espera ser invitado a entrar. Esta es la Puerta que nos interesa. No la que se patea durante el ritual, sino una más profunda. La iniciación ocurre cada vez que abrimos nuestra propia conciencia. Esto puede ser en el contexto de un ritual comunitario o simplemente como recomendación para superar alguna dificultad.

Podemos dibujar un mapa de la conciencia trazando un círculo que contenga una cruz de brazos iguales. Imaginemos que el círculo con la cruz es del tamaño de una pelota de béisbol. Digamos que representa la conciencia de un hombre joven, el día anterior a su pubertad. La pubertad entra... y su conciencia es forzada a enfrentarse con la vida de un ser adulto, a edificar una familia, a buscar una posición productiva dentro de la sociedad, etc.

Digamos que la conciencia de un hombre que ha asimilado éstos nuevos roles está representada por un círculo del tamaño de una pelota de básquet. Para pasar de una a otra esfera se requiere de la muerte del viejo ser. Entonces, el hombre joven ya no existe y en su lugar ahora aparecerá un hombre adulto. Este cambio solo puede ocurrir si se rompe con los parámetros de conciencia que definen cómo nos vemos a nosotros mismos dentro del mundo.

Cuando se rompe esta barrera, atravesamos un período de muerte y renacimiento. Este proceso involucra caminar a través de algunas puertas, barreras que nos llevan al reino de lo desconocido. Una realidad compartida, no hay excepciones. Una vez que estamos iniciados, nuestra tarea es reiniciarnos constantemente. Cada día tenemos que incorporar, asimilar e integrar las lecciones de vida que ocurren en el mundo. De otra forma nos estancaríamos, retrocederíamos y el círculo que representa nuestra conciencia comenzaría a empequeñecerse.

Luego atravesamos otra puerta, que nos permite dar un salto hacia el próximo nivel de conciencia. La llave para abrirla es el deseo de confrontar el temor a lo desconocido. Esto siempre involucra un deseo de cambio. La puerta que abre Esu es aquella que permite ver nuestro interior. Cuando lo hacemos, solemos cuestionarnos: “¿Quien soy en este momento? ¿La persona que habita en mí no va acaso a restringirme?, ¿qué tengo que hacer para llegar al próximo nivel?”
Los africanos dicen que Esu, como primer Orisa, como deidad que abre los caminos, es el primer recurso para la confrontación con el temor.

Históricamente, una de las razones por las que Esu es descrito como malo o negativo es porque nos enfrenta cara a cara con nuestros temores. Y si no nos gusta la experiencia, o no podemos manejarla, tenemos una natural tendencia es culpar a Esu en vez de admitir la falta de coraje. Es que siempre necesitamos encontrar un perfecto culpable fuera de nosotros. Si no estamos dispuestos a caminar a través de esa puerta que Esu ha abierto, la respuesta común del ser humano es culpar al portero.

Esu es aquel a quien invocamos cuando podemos confrontar nuestros temores. Pero no debemos avanzar por esa puerta si no estamos listos para enfrentar lo que vendrá.
Fundamental, poética, cosmológica, psicológica y espiritualmente, es de esa forma. Casi todas la iniciaciones incluyen una dosis saludable de tiempo que nos es dado para permitirnos experimentar el temor. Esta es la razón principal del por qué son necesarias las iniciaciones, y por qué son secretas, porque si supiéramos lo que está pasando, o lo que va a suceder, haríamos trampa a la vida, trataríamos de encontrar un rápido atajo y lo único que ocurriría es que, en lugar de evolucionar, nos estancaríamos en el camino. Por ello, experimentar esta sensación es un proceso valioso.

Entonces, ante la pregunta acerca de cuál es la puerta que abre Esu. La respuesta más indicada sería: la puerta que nos permite enfrentar nuestros temores.

La Psicología Transpersonal acepta que todos estamos interconectados, que todos unidos somos, en conjunto, el cuerpo de Dios. Es una idea noble y universalmente reconocida, pero es sólo eso: una idea, hasta que podemos experimentar su realidad. Ahora bien, existe un concepto en la religión africanista llamado “Miedo de todas las madres” que no es otra cosa que el miedo a la pérdida total del Sí Mismo, seguido por el sentido de que estamos interconectados.

¿Cómo se relaciona esto con la idea arquetípica del Justiciero Divino, que también encarna la deidad de Esu?

Interesante tema, no? Para saber la respuesta a este interrogante y a muchos otros, los invitamos a estudiar con nosotros. Sólo tienen que suscribirse al Curso Profesional de Teología Umbandista de nuestra Escuela. Escríbannos un mail y le enviaremos mas informes: escueladeumbanda@gmail.com

martes, 11 de noviembre de 2008

Modelo de Conducta y Disciplina para el Médium de Umbanda




Conducta del médium de Umbanda

1. Mantener, dentro y fuera del templo, una conducta irreprochable en su vida espiritual, religiosa y particular;
2. Procurar instruirse en los asuntos espirituales y morales, estando atento a los temas publicados y de lectura recomendada, como a las indicaciones dadas por la Coordenación del Templo en este sentido;
3. Conservar su salud psíquica y física, estando atento principalmente a los aspectos morales;
4. No alimentar vibraciones negativas, estando atento a las necesidades de manutención de los atributos positivos, tales como: Fortaleza, Firmeza, Entendimiento, Sabiduría, Voluntade, Justicia y Humildad;
5. Estar atento a las influencias negativas, tales como: ira, deshonestidad, recelo, soberbia, egoísmo, arrebatamiento, vanidad y lujuria;
6. No juzgar que las entidades espirituales que lo asisten son "mas fuertes" o "mas poderosas", que las demás;
7. Dar paz y sosiego a su protector Astral, dejando de hablar tanto en su nombre, es decir, vibrando constantemente en él. Así, usted solamente se está fanatizando y "aborreciendo" a la entidad. No dude que si su protector, tuviera "ordenes y derechos de trabajo" sobre usted, podría incluso disciplinarlo, causándole ligaciones mediúmnicas o infringiéndole castigos materiales, orgánicos, financieros, etc., si usted es una persona que, además de todo eso, aún comete errores en nombre de las entidades protectoras... busque la manera de salir de esa situación. Converse con el sacerdote.
8. Cuando acude a una Gira de Desarrollo, de Caridad u otra actividad afín al terreiro, no vaya aborrecido, ni cansado, y cuando llegue, evite conversaciones fútiles. Recójase en sus pensamientos de paz, fe y caridade pura para con el prójimo.
9. Recuerde siempre que, siendo usted un médium pronto o desarrollado, al igual que uno en pleno proceso de desenvolvimiento es necesario -por su conveniencia- tomar baños de descarga, determinados por su Guía o protector u orientados por la autoridad del templo (en caso que el terreiro no ofrezca un sanitario para tal fin, antes de salir de su casa, tómelo);
10. No use "guías" o collares de cualquer naturaleza sin orden del terreiro;
11. No se preocupe en saber el nombre de su Guía o protector antes que él juzgue necesario y por su propio intermedio revelarlo. Es conveniente también, que no intente reproducir, de manera alguna, cualquier punto riscado que lo tenga impresionado, sea en la forma que sea; son señales sagradas que no pueden utilizarse así como así, y su uso incorrecto acarrea muchísimos inconvenientes.
12. No mantenga convivencia con personas malas, viciosas o maledicentes, etc. Esto es importante para el equilibrio de su aura y de sus propios pensamientos. Tolerar la ignorancia es compartirla!
13. Acostúmbrese a realizar todo el bien que pudiera, sin esperar recompensas materiales o espirituales;
14. Tenga ánimo fuerte a través de cualquer prueba o sufrimiento. Aprenda a confiar y a esperar. En los obstáculos y desafios es que se presentan las mejores enseñanzas;
15. Haga un recogimiento diario, de por lo menos media hora, a fin de meditar sobre sus acciones y otras cosas importantes de su vida;
16. No confie a cualquiera sus problemas o "secretos”. Escoja una persona indicada para eso;
17. No tema a nadie, pues el miedo es la prueba de que está en deuda con su conciencia;
18. Recuerde siempre que todos erramos, porque el error es parte de la condición humana y, por lo tanto está ligado al dolor, al sufrimiento, consecuentemente, aparecen las lecciones, con sus experiencias... Sin dolor, sufrimiento, lecciones y experiencia no hay karma, no hay humanización ni depuración interna. Lo importante es que no cometa siempre los mismos errores. Pase una esponja en su pasado, yerga la cabeza y procure la senda de la rehabilitación, y para eso, "elimine" su vanidad y no se importe, en absoluto, con lo que los otros puedan opinar de usted. Haga cuanto pueda para ser tolerante y comprensivo, pues así, sólo cosas buenas aparecerán en su camino;
19. Cele por su salud física, con una alimentación racional y equilibrada;
20. No abuse de carnes, tabaco y otros excitantes, principalmente el alcohol;
21. En los días de sesión, regule su alimentación, evitando las comidas pesadas, trate de hacer cuanto pueda para encaminarse a los trabajos espirituales limpio de cuerpo y espíritu.
22. No olvide, que de ninguna manera, puede tener relaciones sexuales en la víspera y en el día de Giras;
23. Tenga siempre en mente que, para cualquier persona, especialmente un médium, los buenos espíritus solamente asisten con precisión, si verifican una buena dosis de humildad o simplicidad en el corazón;
24. Aprenda lentamente a orar confiando em Dios. Cumpla las órdenes o consejos de sus Guías o protectores. Ellos son sus grandes y tal vez únicos amigos y quieren solamente su felicidad y bienestar;

Disciplina del médium de Umbanda.



1. Todos los médiums del terreiro están obligados a comparecer a las Giras de Desarrollo 2 horas antes del horario establecido para el inicio de los trabajos. Y, a comparecer a las Giras de Caridad hasta 3 horas antes del horario establecido para el inicio de los trabajos;
2. Todos los médiums, al llegar al terreiro, saludarán la Tronqueira en la entrada: para saludar a los Exus Guardianes de la Casa; para pedir permiso para entrar al Ilê, que es un Santuario Sagrado; para pedir protección durante la Gira; y, para pedir que las energías negativas, por ventura envueltas en el médium, puedan ser disipadas. En seguida, deberán dirigirse al vestuario para no tomar contacto con otras cosas o influencias reinantes sin estar vestidos de blanco y descalzos. Y cualquer asunto de orden personal o administrativa del médium quedará para después de la sesión. A continuación, debe presentarse al sacerdote para saludarlo, pedir su bendición y ponerse a su disposición para atender las necesidades varias;
3. Los médiums no podrán usar los vestuarios para discusiones o comentarios diversos. (No está permitido fumar en las dependencias del Terreiro, los médiums no deberán hacerlo tampoco en los vestuarios);
4. Los médiums al entrar al vestuario se obligan a mantener el silencio necesario, del mismo modo, al encaminarse al "Congá", deben hacerlo dentro de la mas respetable actitud, todo de acuerdo con el Ritual establecido por el sacerdote, a fin de tomar los respectivos lugares... A la salida de la gira, también deben obedecer las mismas condiciones de disciplina;
5. Los médiums, en días de Giras, deben abstenerse del uso de cualquier bebida alcoholica, caso contrario, están sujetos a ser excluidos de la corriente y hasta del templo;
6. Los médiums están estrictamente obligados a asistir al terreiro higienizados, tanto de cuerpo mental como físico, a fin de ponerse en armonía con las entidades que tienen dificultades para incorporar o vibrar correctamente en cuerpos que se encuentran fuera de estas condiciones, esto es, sin la debida higiene;
7. Queda terminantemente prohibido a los médiums femeninos, en días de Giras de cualquier tipo, comparecer con pinturas en el rostro, dedos, etc., Si estuvieran maquilladas deben retirar toda la pintura antes de la sesión;
8. Los médiums femeninos no participan de las Giras, de caridade o de desarrolloo, en el período de su fase menstrual, limitándose a auxiliar en el área externa al Congá y reciber pases, sin poder incorporar;
9. Médium que queda descontento con alguna situación, deberá conversar, en primer lugar, con el sacerdote, y el mismo día en que ello ocurre. No puede retirarse del terreiro sin poner en conocimiento del jefe su incomodidad;
10. Médium que faltase a dos sesiones consecutivas sin justificación, será alejado de la corriente mediúmnica por dos meses;
11. Médium que se transforma en un constante motivo de escándalo, provoca intrigas, o promueve actitudes que causen desunión entre los hermanos, será desligado de la corriente mediúmnica y del terreiro;
12. La Vestimenta Ritualística del terreiro tiene modelo propio y todos –sin excepción- deberán adoptarlo;
13. La higiene del Congá, del vestuario y del baño comunitario debe ser realizada por los médiums actuantes. No así las habitaciones privadas del sacerdote. Se especificará dia y hora de dicha limpieza, y antes de retirarse de las giras se debe constatar que queden en impecable orden.
Cuando se habilite un libro de asistencia, el médium obligatoriamente dejará su firma, para los debidos fines de control de frecuencia.

Escrito por Thashamara, o eterno aprendiz, responsable de Umbanda do Cruzeiro do Sul y avalado por el Centro Espírita Tradicionalista de Umbanda "Zélio Fernandino de Moraes" de Villa Gesell (Costa Atlántica, Argentina).

viernes, 3 de octubre de 2008

Casos y Cosas de nuestros Pais Velhos



"Não dê o peixe, ensine a pescar”.
(Historia contada por Vovó Benta)


Minha mãe preta, como dirigente de esta Casa de Caridad, me siento angustiada delante de la fila que se forma cada día de sesiones y también delante de la limitación que se impone en la atención, debido al limitado número de médiums trabajadores, como al espacio físico de nuestra pequeña tienda.

- O meu saravá pra suncê zi fia! Que o grande Zambi abençõe sua coroa! Esta preta velha, mandinguera y chismosa, ya andaba afligida, esperando esa conversación con la hija. En las andanzas de la vida, nêga velha fue colocando en la mochila un tanto de experiencia. Entre muchos errores y pocos aciertos, deambuló por este mundo de Dios y sintió en la piel como el ser humano está enviciado y aún trata de esclavizar al otro, para favorecer su ego.

Lejos todavía de vivir y sentir las cosas del espíritu, mendigan favores o compran milagros, que a veces los endeudan hasta la otra vida.

Los hijos de esta tierra, a pesar de tantos alertas, de tantos dolores, de la puerta que cada vez se estrecha más en su caminata, continúan confundidos en el manto del egoísmo o se sienten "supremos y merecedores" o sino "víctimas" y cuando las cosas materiales, únicos tesoros amontonados en sus vidas, desaparecen y los sofocan, corren a las puertas de los templos exigiendo que Dios resuelva con un pase mágico, sus angustias y desórdenes.

Acostumbrados como están a comprar de todo o a trocar de todo, intentan negociar a cambio de algunas velas, una mudanza que a ellos les pertence hacer, pero que no lo hacen porque exigiría algún esfuerzo propio. Cuando no, ocultándose en la noche para no ser percibidos por la sociedad, marcan consulta con magos de las sombras, disfrazados de "adivinadores del futuro", que usando elementos y elementales, ligándose a energías densas, atienden momentáneamente sus deseos. En la desesperación, cuando los sortilegios ya no hacen mas efecto, se arrodillan en la frente de un caboclo o de un preto velho, ignorantes como son de las leyes mayores, ansiando salir del terreiro con una solución mágica en las manos.

Por eso hija, enseñe a los hijos a pescar. Evangelice ese pueblo, mostrando que en cada hijo existe una esencia divina, que existen leyes que organizan el universo y precisan ser obedecidas. Muéstreles hija, que el milagro, que el cielo o el infierno están dentro de la conciencia de cada uno y no en el mundo exterior. Instíguelos a buscar alegría en las cosas simples, a vivir el amor de forma incondicional, a perdonar y principalmente a librarese de las angustias que es el cáncer de la humanidad.

- Minha mãe, en Umbanda no se acostumbra a realizar charlas esclarecedoras, pues la atención es individual y dada por los Guías incorporados.

- Filha, la vida exige un constante cambio de hábitos y costumbres para que haya evolución. Para hacer caridad es preciso, además de amor, el discernimiento y la sabiduría para que no se arrojen perlas a los puercos. Jesus enseñaba y ejemplificaba pero sólo curaba a aquellos que tenían fe. Lo que denominaban milagro, era el amor y la voluntad en movimiento. Entonces, mueva el amor y, como Jesus, enseñe. Muestre el camino, otórgueles un anzuelo y enséñeles a pescar. No entregue en las manos de la espiritualidad la responsabilidad que compete a los médiums. Sean nuestros compañeros e ignoren la premisa de que, sólo a través de la incorporación se realiza el trabajo de Umbanda. Estarán amparados e irradiados, desde que se entreguen con amor y humildad.

De aquel día en adelante, las filas aumentaron en aquella tienda de Umbanda, pero de gente interesada en aprender con las charlas educativas y evangelizadoras que antecedían a la atención de los caboclos y pretos velhos, la que se restringía ahora a los enfermos y hechizados. En el ambiente físico, aquellos rostros tensos que entraban en la casa, al salir de allí exhibían una sonrisa de alivio. Del lado del astral, las entidades de todas las líneas de Umbanda, en intenso movimiento, circulaban entre los hijos de fe, atendiendo a cada uno según su merecimiento y condición vibratoria. Falangeros de la luz desplazábanse para prestar un constante movimiento de socorro tanto a encarnados como a desencarnados.

Y cada día de sesiones, irradiada por su Guía, la dirigente de aquel templo clarificaba aquellas mentes sedientas de aprendizaje, en tanto la Luz se abría paso sobre las sombras.



Brillo para los ojos y peso para el espíritu.
(Una linda historia contada por Pai José)


Una señora muy agradecida con un preto velho que la había ayudado durante un período difícil de su vida, en el que le habia faltado salud, estaba allí trayendo en sus manos un lindo reloj pulsera que quería regalarle a su aparelho:

- Meu pai, yo sé que su aparelho no tiene pertenecias, vive con dificultades financieras y aún así, viene aquí a prestar caridad. Por el bien que Ud. me hizo a través de él, pido autorización para darle este presente.

- Salve zi fia. Nego veio está feliz que la hija haya sido ayudada a través de la mediumnidad de mi aparelho. En cuanto al presente...

El médium, que era consciente en ese momento, lisonjeado por los elogios de aquella señora no podía dejar de quitar sus ojos del objeto, cuya belleza y calidad eran notables. Sabía que estaba allí para prestar caridad, pero no podía negar cuánto deseaba tener un reloj de aquella marca. En ese momento, encendió la luz roja indicando el peligro que aún residía en su interior, e ignorando todo lo aprendido, todo lo que el protector le había transmitido durante sus años de trabajo, dejó que el deseo de posesión asumiese el comando de su acto. A partir del momento en que dejó que el brillo del metal fascinara su ego mental que es racional, perdía el comando, dejando al cuerpo de los deseos asumir la postura, creándose inmediatamente un campo magnético pesado, alejando a la entidad que allí trabajaba por incompatibilidad vibratória.

- ...entrega para o cambono que después él lo otorga a mi aparelho.

Pronto, estaba lista la mixtificación!

Ahora envuelto por la soberbia, el continuó atendiendo a la señora, fingiendo que la entidad aún continuaba puliendo sus palabras. Cuando ella se retiró, la sesión ya terminaba y los pretos velhos se despedían del terreiro y de sus aparelhos. El médium entonces abrió normalmente a los ojos de los vivos, intentando ignorar el grito agonizante de su corazón y la lástima de su protector.

Volvió feliz para su casa exhibiendo el reloj nuevo en su pulso y con él fue a dormir. Acostumbrado a trabajar en el astral con su preto velho, tuvo recuerdos de las miles de causas que su entidad resolvía y esa noche nada soñó. Por varios días despertó con dolores de cabeza y ya estaba intrigado por no recordar sus sueños, cuando una noche tuvo insomnio. Irritado, giró mucho en la cama y acabó levantando. Se dirigía a la cocina para tomar agua cuando sintió un soplido en su rostro. Se santiguó e invocó al preto velho, temiendo estar siendo presionado por algún kiumba. Volvió a la cama y rezó pidiendo protección, hasta que se durmió. Luego percibió la presencia del preto velho, su protector, de cuyo rostro corrían dos lágrimas. Intentó hablar con él, pero había una barrera entre ambos que impedía la comunicación. Despertó asustado y pensativo. Su corazón avisaba que había "metido la pata". Pero el reloj era tan bonito! Durante todo el día, la imagen de aquellas lágrimas no salían de su mente y el reloj comenzó a pesarle en el brazo. Su conciencia era la que le pesaba!

La otra semana incorporó normalmente en el terreiro, y cuando se sentó en el banquito para iniciar las consultas, Pai José actuó en su centro de fuerza de tal manera que lo dejó semi-inconsciente. Llamó a un cambono, el mismo a quien la mujer entregara el obsequio, y pidió que retirase el reloj del pulso del médium, colocándolo en la caja de sugerencias que el terreiro mantenía junto a la asistencia con el objetivo de mejorar su atención, con el siguiente billete anexado: "sugiero que este objeto sea rifado para recaudar fondos para la Casa– firmado Pai José".

El dirigente, siendo informado de lo que fue encontrado en el buzón de sugerencias, fue a ver a Pai José:

- Salve meu pai, este reloj es de su aparelho y según dice el cambono, el señor está donándolo para la Casa.

- Después de la tumba zi fio, no se usa mas un contador de horas, eh.eh.

- Pero su aparelho está encarnado y precisa de él.

- Concuerdo. Lo que nego veio no concuerda es con la manera como él consiguió el mismo. Lo que yo mandé hacer al cambono es dar mi sugerencia, al final, aún estando muerto yo continúo hablando né zi fio. Si van a aceptarla o no es otra historia.

Mi aparelho, aceptando la paga por un trabajo en el cual él fue sólo la herramienta, está vendiendo lo mas sagrado que recibió en esta encarnación: su mediumnidad. Si hoy yo le permito reciber un reloj, mañana viene otra cosa y después otra... Y voy a acabar perdiendo a mi aparelhinho por unas baratijas que de nada sirven, sólo son brillo para los ojos y peso para el alma.

Al médium le resonaban en su interior estas palabras, este sabio consejo del preto velho, no dejaba de avergonzarse por la actitud materialista que tuviera. Cuántas veces a través de Pai José aconsejó a otros médiums a nunca vender lo que de gracia recibieron.

- Nosso Senhor Jesus Cristo cuando entraba en Jerusalén, montado en su borrico fue recibido como un rey, con gloria y una alfombra de flores, y cuando una linda joven surgió entre la multitud para ofrecerle un ramo de rosas diciendo que eran "para el Reino de Dios", el divino Maestro respondió que si quería realmente servir al Reino del Cielo que trajese pasto y agua fresca para el burro que lo llevaba y estaba extenuado por la caminata. Entonces la joven entendió que Jesús quería de ella apenas la bondad de su corazón, al servicio de la humildad.

Así también El desea que nosotros, sus hermanos aquí en la Tierra, podamos servirnos unos a otros sin preocuparnos con la paga, pues ella nos será dada a través de la ascensión de nuestro espíritu.

Si mi aparelho, de libre y espontánea voluntad resolviera quedarse con este objeto, nada mas me resta hacer acá, a no ser retirarme en busca de quien quiera prestarme su materia para pai velho continuar realizando caridad aquí en la tierra.

De los ojos de Pai José corrían gruesas lágrimas que mojaban las manos del dirigente y lavaban el corazón de su médium.

En este mundo, hasta el mismo dolor, no tiene otro objetivo que enseñar. El presente recibido podría haber causado un desastre en la vida del médium, si no fuese la interferencia bondadosa y sabia de su protector, cuyo objetivo era despertar la esencia de su espíritu en contrapartida al brillo do oro que encendiera en él el deseo de posesión.

Al abandonar su aparelho, Pai José quedó al lado, viéndolo llorar arrodillado frente al congá, arrepentido y agradecido al preto velho. Él también lloraba, pero ahora era de felicidad, pues tenía certeza de que continuarían juntos su trabajo de caridad.

El mensaje del Preto Velho fue transmitido a la corriente mediúmnica por el dirigente. El reloj fue rifado, aportando fondos para las reformas que eran necesarias en el templo. Todo ahora estaba en su debido lugar.

"Si aprender con humildad es el camino de los espíritus superiores, enseñar con ella es dignificar la propia vida y respetar al Creador porque todo, en definitiva, viene de El”.

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lunes, 18 de febrero de 2008

La presencia de los africanos en Argentina

Pese a que los dos países que figuran como máximos exponentes en lo que se refiere al culto a los orichas son Brasil y Cuba, estas creencias no son privativas de ambas naciones. Las raíces africanas están esparcidas por todo el continente americano. “Donde hubo un negro hubo un hechicero”.

Una consideración especial merece la participación del negro en Argentina, cuya imagen hoy relegamos a los típicos personajes de nuestras fiestas patrias –generalmente Tomasa y Simón- que son retratados por nuestros niños que, con el rostro pintado con carbonilla pregonan las conocidas coplas: “mazamorra caliente... para las negras sin dientes” pero que durante la sociedad rosista –aún siendo esclavos- muchos participaban activamente incluso de la vida política y militar del naciente país.

El Dr. Sandro Olaza Pallero, historiador jurídico y docente de la cátedra Historia del Derecho Argentino de la Universidad de Buenos Aires, nos relata que la sociedad creada por Rosas era ante todo, democrática. En ella, Macedonio Barbarin, un negro nacido en África, primeramente fue sargento mayor del ejército del Restaurador de las Leyes. Y por sus propios méritos se convirtió en coronel.

En su libro “Juan Manuel de Rosas. El maldito de nuestra historia oficial”, Pacho O’Donnell dice que “nunca se demostró que Rosas tuviese esclavos africanos en sus haciendas, como divulgarán sus detractores que entonces y ahora se esfuerzan por caracterizarlo como un depravado sangriento sin tener en cuenta los condicionantes personales, políticos y socioeconómicos de su gobierno.

Rosas respetaba a los negros, y una mujer de esa etnia, Gregoria, fue distinguida como madrina de uno de sus hijos, fallecido al poco tiempo de nacer”.

Pero más allá de si Rosas trató bien o no a los negros, hoy en nuestro país esta etnia prácticamente ha desaparecido. La mayoría de los hombres de color que poblaban nuestro territorio emigraron al Uruguay de la mano del caudillo oriental Artigas. Pero los esclavos africanos tuvieron mucho que ver no sólo con la independencia argentina, sino también con el engrandecimiento de nuestra patria y el surgimiento de varias de nuestras costumbres, como veremos en el siguiente parágrafo.

Los primeros esclavos africanos llegaron a nuestro país traídos por los conquistadores españoles. Se sabe que arribaron después de la segunda fundación de Buenos Aires en 1580. Al principio llegaron solamente varones que, desoyendo las ordenanzas que les prohibían mantener contacto sexual con las aborígenes, se relacionaron con ellas dando lugar al nacimiento del zambo (la primera manifestación afroamerindia).

Pero más tarde, con el avance de la colonización, llegaron las mujeres negras para realizar los trabajos domésticos y artesanales. Hay quienes aseguran de el dulce de leche famoso de nuestro país fue inventado accidentalmente por una esclava negra, quien fue azotada por desperdiciar leche y azúcar en una cacerola puesta a hervir al fuego, pero que como olía muy bien fue probado por sus amos, quienes entonces la obligaron a reproducirlo diariamente como parte de sus manjares.

Las tareas de costura y lavandería, limpieza de objetos y joyas de metales preciosos eran confiados a las negras, así también el cuidado de los niños de las familias ricas. No podían por ley aprender a leer ni escribir, y si demostraban mayores virtudes que un blanco al realizar alguna tarea eran azotadas.

El trato inferior a que fueron sometidos los esclavos era evidente; caminaban varios pasos detrás de sus dueños, llevaban la sombrilla de sus amitas cuando éstas iban a oír misa, en la mayoría de los casos no podían mirarlas fijamente a los ojos y siempre mantenían la cabeza gacha cuando hablaban los blancos. Esto continuó durante mucho tiempo y se evidencia en las Máximas que el general San Martín luego le escribirá a su hija Mercedes: “Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: ‘Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos’... Estimular en Mercedes la caridad con los pobres... Dulzura con los criados, pobres y viejos... Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones”.

Si la leyenda de la obtención del dulce de leche es cierta, vaya que contribuyeron los esclavos con nuestras tradiciones alimenticias. Pero no fue la única ayuda que prestaron. Hay unos interesantes detalles sobre los procedimientos empleados en tiempos de la colonia, los que no deben diferir mucho de otros países.

El investigador mendocino Juan Draghi Lucero es autor de esta pintoresca descripción que relata cómo se preparaba el vino en ese entonces, y que aparece publicada en el libro “Los buenos vinos argentinos” de Enrique Queyrat, que ahora presentamos:

“(Para el lagar) ... se utilizó un cuero de buey que, convenientemente estirado, se sostenía por varias estacas clavadas en el suelo de tal forma que era posible pisar en él la uva... En el momento de entrar en funciones este lagar primitivo, se volcaban en él los racimos de los cestos que conducía la ‘mula cestonera’ y un indio o esclavo africano pisaba la uva, reventando los granos con los pies con lo que producía el mosto... El mosto, pasaba así a un noque (especie de balde) provisto de dos anillas, también de cuero, por las que pasaban dos varillones, los que tomaban dos esclavos para conducir este mosto a la bodega”.

Pero volvamos a los datos históricos, durante el siglo XVII, continuó el ingreso legal e ilegal de esclavos que eran enviados a Mendoza y Chile, Córdoba, Tucumán, Santa Fe y Bolivia. Muy pocos eran ubicados en Buenos Aires. Aunque el auge de la venida de estos nuevos pobladores se da recién en el siglo XVIII cuando España permite a la francesa Compañía de Guinea y a la inglesa South Sea Company radicarse en Buenos Aires.

En una nota titulada “Los santos inocentes” escrita por Gerardo Zappa en la revista dominical “Magazine Semanal” en Mayo del año 2000, la profesora de Historia Argentina de la Universidad de Luján aporta datos demográficos muy interesantes:

“Entre 1744 y 1822 –dice Marta Beatriz Goldberg- la población negra de la ciudad de Buenos Aires aumentó en valores absolutos y porcentuales; pasó de 16,9% en 1744 a 28,4% en 1778; pero en 1822 sólo representaban un 26%”.

Allí comenzó a decrecer la población negra en la capital del país de manera alarmante, hasta que a fines del siglo XIX su presencia terminó siendo insignificante frente a la inmigración blanca europea. Muchas fueron las razones para que esto sucediera. Por solo nombrar algunas, mencionaremos la prohibición de la trata de 1812; la altísima tasa de mortalidad general, particularmente la infantil debido a la desnutrición y el hacinamiento en lugares húmedos y fríos; las epidemias de tuberculosis, erisipela y fiebre amarilla; la utilización de varones de entre 13 y 60 años en los ejércitos libertadores, en los batallones y milicias que lucharon en las guerras civiles contra los indios apoyando al general Roca en el sur, contra el Brasil y en la famosa guerra de la Triple Alianza de 1865.

El desequilibrio de la población negra adulta de nuestra patria originó el mestizaje. Surge así la presencia del mulato, resultante de la unión entre un exponente de la raza negra y otro de la blanca. No obstante esto, la raza negra no desapareció por completo. Fusionada con la blanca y la aborigen, o en contadas excepciones mantenida pura con la visita de otras poblaciones fronterizas brasileñas, paraguayas, peruanas o uruguayas, los negros continúan estando presentes en nuestro país.

Jorge Emilio Gallardo, director de la revista “Idea viva” en un artículo titulado ‘Indígenas y afroargentinos en el sentir de Mitre’ resume:

“Experimentado en los vericuetos de nuestra psicología, Carl Gustav Jung reconoció en nuestro siglo que ‘La voluntad individual no determina la ascensión o la decadencia de las naciones; son ciertos factores impersonales, a saber el espíritu y la tierra natal, los que, con medios inescrutables y misteriosos, dan forma y moldean a los pueblos’. Me complace esta definición intuitiva dada por un estricto hombre de ciencia, y me agrada aplicar esos conceptos al caso de Mitre, aquel joven que en carta familiar expresó que sentía dentro de sí ‘el germen de alguna cosa’... Verdaderamente, eran medios inescrutables y misteriosos los que pujaban en aquel niño que entreveía en borrador la proyección de su figura inmensa. La voluntad individual –podríamos decir nosotros, parafraseando a Jung– no determina la ascensión o decadencia de los individuos. Y el destino se vale de algunos de estos elegidos para dar forma y moldear a los pueblos.

A la presencia del hombre de origen africano en nuestro territorio han sido dedicados estudios de carácter histórico y evocaciones de condición más o menos testimonial y/o científica. Hemos encontrado en Mitre frecuentes referencias a la situación protagónica del negro en nuestra historia, tanto con motivo de su llegada por el comercio de la trata esclavista como a las instancias políticas y económicas de ese género de transacciones, demostrativo del salvajismo blanco.

En particular, abundan las referencias a la decisión del Cabildo de Buenos Aires, presionado por los monopolistas, para que los cueros no pudiesen ser comercializados por los barcos negreros, pese a que a éstos se les habían garantizado ganancias con los frutos del país. Concretamente, los cueros fueron excluidos de la categoría de frutos del país, lo que el historiador comenta significativamente con un simple signo de admiración.

En Mitre subyace un sentido o criterio de deuda moral contraído con nuestros hombres y mujeres negros. Pese a sus formulaciones siempre moralizadoras y ajenas a las truculencias, no deja de registrar repetidamente las cruzadas referencias de los padres de la patria en el sentido de conceder la libertad de los esclavos a fin de enganchar los en el servicio activo de las armas, más precisamente en la infantería.

El hecho no difería demasiado del antecedente representado por la existencia colonial de unidades militares de pardos y morenos, y lo cierto es que, pese a la resistencia tenaz de los propietarios de esclavos (que consiguieron repetidamente diferir la incautación en Mendoza, donde San Martín la urgía), lo cierto es que los regimientos de negros y mulatos continuaron siendo empleados en favor de la causa de la Independencia. Con ellos el argentino tiene una deuda moral, la misma que Mitre materializó en la crónica de la muerte heroica del controvertido Falucho, figura que contribuyó a robustecer como un emblema de los de su raza.

Cuba y Brasil fueron los últimos países americanos en abolir la esclavitud. ¡Cuántos intereses económicos se habrán puesto en juego para impedirlo, para retacearlo, para postergar su cumplimiento! Entre nosotros, la Asamblea del año 13 había dictado la ley de libertad de vientres, y la Asamblea Constituyente de 1852 habría resuelto por unanimidad acordar la libertad de los esclavos.

En la Nación Argentina –decidieron los constituyentes– no hay esclavos; los pocos que hoy existen quedan libres desde la jura de esta Constitución, y una ley especial reglará las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración. [...] Todo contrato de compra y venta de personas es un crimen de que serán responsables los que los firmasen y el escribano o funcionario que lo autorice.

En junio de 1901, Mitre registró en el diario La Nación la muerte, a la edad de ciento once años, de Felipe Díaz, hombre de color que había sido soldado en las guerras de la Independencia.

Consecuente con aquella sensación de deuda histórica a que nos hemos referido, el historiador reprueba un párrafo que Belgrano dirigió al Consulado, donde advirtió que ‘los blancos prefieren la miseria y la holgazanería, antes de ir a trabajar al lado de negros y mulatos’. Mitre reprocha esas líneas así: ‘Lástima es que tan bellas páginas tengan un borrón que las afee, cuando al hablar de las razas, refiriéndose a los africanos y a sus descendientes mixtos, los presenta como perjudiciales al adelanto de la industria, insinuando la separación de su trabajo. [...] Se extraña en un hombre de su elevación moral no encontrar al lado de esas palabras el correctivo’.

El correctivo, siempre el correctivo, como cuando recomendaba a sus colaboradores de La Nación la máxima de ‘no injuriar’...

Otro gran americano, el cubano José Martí, escribió en el diario de Mitre varios artículos sobre el problema negro en los Estados Unidos y el Caribe. No es extraño, pues, que Mitre recibiera las siguientes distinciones de carácter claramente africanista: en 1856, vicepresidente honorario del Institut d´Afrique de París; en 1864, presidente honorario de la misma institución; en 1877, socio honorario de la Sociedad Coral y Musical La Africana; en 1878, miembro honorario de la sociedad Hijos de África, y en 1890, presidente honorario de la Sociedad Candombera Negros y Negras Bonitas.

En consonancia con este influjo, su diario defiende la causa de los negros, y ante amagos de discriminación racial en teatros de Buenos Aires elogia una decisión municipal relativa a igualdad de derechos de asistencia a salas teatrales. La Nación del 24 de enero de 1880 destaca que la resolución ‘no puede ser más satisfactoria para las personas á quienes no se dejaba entrar á los bailes de máscaras’. El concepto básico del diario es que en la Argentina no hay prerrogativas de sangre.

Concluyo tan breve evocación con estas líneas de Mitre:

‘Tres razas concurrieron desde entonces (se refiere al siglo XVI) al génesis físico y moral de la sociabilidad del Plata: la europea o caucasiana como parte activa, la indígena o americana como auxiliar y la etiópica como complemento. De su fusión resultó ese tipo original, en que la sangre europea ha prevalecido por su superioridad, regenerándose constantemente por la inmigración, y a cuyo lado ha crecido, mejorándose, esa otra raza mixta del negro y del blanco, que se ha asimilado las cualidades físicas y morales de la raza superior’.

El etnocentrismo patente en éstos últimos conceptos indican el pensamiento de toda una época. Mitre no hizo la apología del indígena, pero sí la del descendiente de africanos, al menos en términos de reconocimiento histórico. La antropología tenía aun mucho que andar para suprimir aquel género de juicios de valor absolutos en materia de culturas humanas”. (Extraído de Bibliopress, el boletín digital de la biblioteca del Congreso de la Nación Argentina, en su sección ‘Homenaje a la negritud’).