martes, 17 de mayo de 2011

El pueblo gitano de Umbanda (no de Kimbanda)



Este Pueblo es muy antiguo dentro de Umbanda, y según varios especialistas, "tienen las falanges ciganas juntamente con las falanges orientales una importancia muy elevada, siendo culturizadas por todo un seguimiento espiritista que se explica por sus propias razones, eligiendo la prioridad de trabajo dentro del orden natural de las cosas en sus propias tendencias y especialidades”.

Así, numerosas corrientes ciganas están al servicio del mundo inmaterial y cuentan entre sus paladines y dirigentes con espíritus muy evolucionados y antiguos dentro de la orden de aprendizaje, confundiéndose muchas veces por la repetición de los nombres comunes presentados para un mejor reconocimiento, preservando las costumbres como forma de trabajo y respeto, facilitando la posibilidad de ampliar sus corrientes incluyendo otros compañeros desencarnados que buscan en el universo astral su paradero, como ocurre con todas las otras corrientes del espacio.

El Pueblo Cigano designado a encarnar en la Tierra a través de los tiempos y de todo el trabajo desarrollado, consiguió conquistar un lugar de razonable importancia dentro de este contexto espiritual, habiendo muchos de ellos alcanzado la gracia de subir a otros espacios de mayor evolución espiritual, juntamente con otros grupos de espíritus, también de largo tiempo de reencarnaciones repetidas en la Tierra y de una gran contribución en lo que respecta a la caridad y al aprendizaje en el plano inmaterial.

La argumentación de que espíritus ciganos no deberían hablar a través de personas que no pertenecen a su cultura o mediante médiums que no son ciganos es totalmente descabellada y está en desarraigo con las enseñanzas de la espiritualidad de su doctrina evangélica; son ridículas las limitaciones que se pretenden implantar con esa afirmación ya que la evolución del espíritu humano y la ley de causa y efecto no puede alterar la obra divina del Creador, no puede cuestionar los designios de la creación llenando nuestro universo espiritual de diminutas limitaciones y desinformación.

Las falanges ciganas, como todas las otras, están organizadas dentro de misterios que no nos es posible relatar. Pero existen obras que dan cuenta de sus actuaciones dentro de su plano de trabajo, llegándose a divulgar pasajes de sus encarnaciones terrenales. Actúan en el plano de la salud, del amor y del conocimiento, sostienen principios mágicos y tienen un tratamiento especial y diferenciado de otras corrientes y falanges.



Al contrario de lo que se piensa, los espíritus ciganos reinan en sus corrientes preferentemente dentro del plano de la luz, no trabajando al servicio del mal y otorgando mucha ayuda a los hombres y a sus pares, claro que dentro del criterio de merecimiento -al igual que cualquier otro espíritu- nos darán lo que nos corresponde, y si se encuentran angustiados por la oscuridad, y trabajan algunas veces dentro de ese plano, no son diferentes de ningún otro espíritu humano.

Trabajan con la vibración de la derecha y aquellos que lo hacen en la vibración de la izquierda, no son los mismos espíritus, y ostentan la condición de Guardianes o Guardianas. Lo que existe dentro de Kimbanda son los Exus Ciganos y las Mozas Ciganas (Pomba-Giras), que son verdaderos Guardianes al servicio de la luz en las tinieblas, como todos los que se precien de tal dentro de sus reinos de actuación, cada uno con su propio nombre de identificación dentro del nombre de su falange, trabajando desde lo que se podría considerar el plano negativo al servicio de la justicia divina.

Con todo, encontramos en el plano positivo, falanges diversas bajo la jefatura de ciganos diversos en planos de actuación diversos. Por eso, el tratamiento religioso no difiere mucho y se mantienen dentro de algunas características generales. Inmenso es el número de espíritus ciganos que alcanzaron un lugar de destaque en el plano espiritual y son responsables por su regencia en el plano de luz y sus servicios, llevando la mística de su pueblo como característica e identificación.

Dentro de los más conocidos, podemos citar los ciganos Wlademir, Pablo Ramírez, Juan, Pedrovick, Artemio, Hiago, Igor, Viktor y muchos otros; de la misma forma las ciganas Carmencita, Esmeralda, Carme, Salomé, Rosita, Magdalena, Yasmin, María Dolores, María Azucena, Zaira, Sunakana, Sulamita, Wlavira, Iiarin, Sarita y muchas otras. Es imprescindible que se afirme que en la orden de los nombres no existe jerarquía, apenas un recordatorio y un criterio de notoriedad, sin por ello, desmerecer la popularidad de todos los otros ciganos y ciganas, que son muchos y con el mismo valor e importancia.



Los ciganos usan muchos colores en sus trabajos, (tanto en las velas que encienden cuando están en Tierra como en los collares o la indumentaria que visten) pero cada cigano tiene su color de vibración en el plano espiritual y otro color de identificación es utilizado para las velas que nosotros encendemos en su homenaje. Uno de esos colores, raramente se torna conocido, (generalmente el de su vibración astral jamás revelan) pero el color con el que trabajan debe ser aprendido para poder contar siempre con las velas (usan muchas en sus manifestaciones), y al mismo tiempo para aplicarlo en sus ropas, confeccionar sus collares, amuletos, etc.

Los inciensos son muy utilizados en sus trabajos y de acuerdo con lo que se pretende hacer o alcanzar va a sufrir modificaciones la esencia solicitada. Lo ideal es tener varias.

Para un cigano de trabajo si es posible, se debe tener un altar separado del altar general, lo que no quiere decir que no se pueda honrarlo con los demás guías. Ese altar extra, debe tener su imagen, el incienso apropiado (ellos sugieren), una copa con agua y otra con vino, una gema del color de preferencia del cigano en un soporte de aluminio, flores mustias y una cruz. En él se deben realizar ofrendas periódicas para su pueblo, manteniéndolo iluminado siempre con velas blanca y un velón de siete días del color referenciado.

De la misma forma cuando se trata de ciganas, apenas alterando la bebida seca por licor dulce. Siempre que sea posible, conviene derramar algunas gotas de aceite dulce sobre esa piedra (puede ser de oliva o de coco), dejando que esa energía se irradie en ella por tres días y después limpiarla con un algodón que debe ser despachado bajo una higuera o en la playa.

Los espíritus ciganos adoran las fiestas y todas ellas deben tener bastante fruta, pero frutas sin espinas (jamás ananá, por ejemplo), para servir su mesa deben llenarse jarras de vino tinto endulzado con un poco de miel, servir tostadas hechas con rebanadas de pan francés untadas con salsa de tomate y algunas pizcas de sal y pimienta (deben hornearse pero servirse frías), muchas flores silvestres, también rosas de todos los colores, velas de todos los colores y si se consigue, sahumerio de loto (el preferido de la falange).



Las polleras de las ciganas son siempre muy coloridas y la baraja, el espejo, el puñal, los dados, los cristales de roca, la danza y la música, monedas, medallas, son siempre instrumentos mágicos de trabajo de todos los ciganos. Los ciganos trabajan con sus encantamientos y lo hacen por fuerza de sus propios misterios, mirando adentro de las personas a través de su famoso “fondo de ojo”.

Una de las leyendas ciganas, dice que existía un pueblo que vivía en las profundidades de la Tierra, con la obligación de estar en la oscuridad, sin conocer la libertad y la belleza. Un día alguien resolvió salir y osó subir a las alturas y descubrió el mundo de la luz. Feliz, festejó, mas al mismo tiempo quedó atormentado y preocupado por su deslealtad para con su pueblo, entonces retornó a la oscuridad y contó lo sucedido. Pero fue reprobado.

No obstante, aquel acto generó un inconformismo en todos sus compañeros y, pensando que merecían conocer la luz y vivir mejor, fueron a los pies de Dios y pidieron que les permita subir al mundo de los hombres libres, de la belleza y de la naturaleza. Dios entonces, concedió el pedido, determinando que podrían subir hacia la luz y vivir con toda libertad, pero no poseerían tierra ni poder, pero a cambio les daría en don de la adivinación, para que pudiesen ver el futuro de las personas y aconsejarlas para el bien.

Es común usar en trabajos ciganos monedas antiguas, cintas de todos colores, hojas de sándalo, puñales, raíz de violeta, cristales, lienzos coloridos, hojas de tabaco, tacho de cobre o de aluminio, cestas de mimbre, piedras coloridas, arena de río, vino, perfumes y elegir ciertas fechas especiales teniendo en cuenta la regencia de las diversas fases de la Luna.